miércoles, 2 de diciembre de 2009

Fuenteovejuna


(Julieta Aguirre es Laurencia en Fuenteovejuna, de Félix Lope de Vega, con el Laboratorio de Teatro Libertad, bajo la dirección de Jorge Prado Zavala. Noviembre de 2009.)

Queridas amigas y amigos del teatro:

Por este medio nos complace compartir los resultados de la temporada de representaciones que durante Noviembre de 2009 presentó el Laboratorio de Teatro Libertad con la obra Fuente Ovejuna, de Félix Lope de Vega.
Este espectáculo se presentó exitosamente en el Salón de Usos Múltiples de la Preparatoria Iztapalapa 1 y en el Auditorio de la UACM Campus Casa Libertad, de manera alternada, con ENTRADA LIBRE.
La ubicación de ambos foros es esencialmente la misma, en la legendaria Antigua Cárcel de Mujeres, localizada en:

Av. Ermita Iztapalapa 4163, Colonia Lomas de Zaragoza, Delegación Iztapalapa. CP 09620, México, DF. Tel.: 58320090.

Las funciones fueron todos los martes y los jueves de noviembre de 2009, a las 14 hrs., según la siguiente distribución:

Los días 3, 10, 12, 19 y 24 de noviembre en el Salón de Usos Múltiples de la Preparatoria Iztapalapa 1, a las 14 hrs.
Los días 5, 17 y 26 de noviembre en el Auditorio de la UACM Casa Libertad, a las 14 hrs.

Para la función 26 de noviembre se invitó al Jefe de Gobierno Lic. Marcelo Ebrard y al Director General del IEMS Dr. José de Jesús Bazán, mismos que no pudieron acudir. No obstante, se descorchó un refresco de honor y se donó la PRIMERA PLACA DE TEATRO de una temporada en la UACM (la primera develación realmente se hizo en 2001 con el espectáculo Las celdas, también del Laboratorio Libertad, aunque desde entonces la placa la conserva el IEMS.)

Fuente Ovejuna es una de las obras más importantes del teatro clásico español, desarrollado durante ese periodo brillante que fue el Barroco y que ha pasado a la historia con el mejor conocido nombre del Siglo de Oro. En esta obra, como se recordará, Lope de Vega pone a discusión los alcances de la justicia popular ante los abusos y desmanes de una autoridad legal, aunque inmoral. Sin duda alguna, se trata de un tema de actualidad que vale la pena considerar.
Como saben, este tema literario del siglo XVII sigue vigente. Por ello, y a petición de varios amigos, el Laboratorio de Teatro Libertad todavía dio una función más de
Fuenteovejuna, muy especial, el miércoles 2 de diciembre de 2009. La función se dedicó a los trabajadores de limpieza, intendencia, seguridad y administrativos del plantel Iztapalapa 1 del IEMS.


El Laboratorio de Teatro Libertad,

El Grupo 512 de Historia III y La Academia de Inglés de la Preparatoria Iztapalapa 1 del IEMS

Celebran la temporada de funciones de la obra teatral


Fuenteovejuna


de Félix Lope de Vega


Representada por el siguiente reparto


La Reina Doña Isabel de Castilla: Alejandra Juárez González

El Rey Don Fernando de Aragón: Jorge Andrés Santos Govea

Rodrigo Téllez Girón, Maestre de la Orden de Calatrava: Miguel Ángel Díaz Dolores

Fernán Gómez de Guzmán, Comendador Mayor: Ramsés Manuel Ramírez González

Ortuño y Flores, Criados del Comendador: Ricardo Rubio Galván y Ernesto Arce García

Don Manrique: Carol Doria Hernández

Juez: Diana María Cortés García

Regidores de Ciudad Real: Ana Karen Luna García y Araceli Aguirre Vargas

Pesquisidor: Alfonso Fabila Nájera

Esteban y Alonso, Alcaldes de Fuenteovejuna: Marco Antonio Garduño Santillán y Sergio Rivera Campos

Laurencia: Julieta Zarahí Aguirre López

Jacinta: Daisy Sánchez Hernández

Pascuala: Idalí Cruz Reyes

Juan Rojo: Luciano Cruz Sánchez y Susana Toledo Esparza

Frondoso: César Flores Escobedo

Mengo: Aarón Santos Jaimes Cruz

Barrildo: David Toledo López

Leonelo, licenciado en Derecho: Karen Itzel Peralta Vázquez

Cimbranos, soldado: Roxana Soto Mendoza

Un muchacho: Yessica Michelle Contreras o Arelly Juana Acosta Pérez

Cuadrado: Dayanira Lilly Ortiz Rodríguez o Martha Liliana Flores Contreras

Bailaora: Yanitzia Gatica

EL PUEBLO: Viridiana Barrera, Joselyn Castro, Patricia García Alba, Juana Jiménez, Heladio Juárez, Javier Lozano, Ángeles Martínez, Mariana Matías, Nayeli Munguía, Yadira Nava, Marilyn Navarrete, Carla Maleni Ramírez, Diego Solache, Zahira Vanegas y Christian Sotelo.


Música original: Víctor Gershenson

Músicos: Fátima Lomelí, Daisy Sánchez Hernández, Maximiliano Hernández Vázquez, Ernesto Arce y Winston Salinas

Coreografía: Jesús Alfredo Sandoval

Fotografía: Marilyn Navarrete García y Juana Jiménez

Vestuario: Mariela Avendaño, Mariana Matías y José Luis Citalán

Escenografía: Heladio Juárez, Edgar Gualito, Mauricio Cuauhténcos y Christian Sotelo

Utilería: Yadira Nava, Patricia García Alva y Emmanuel Arredondo

Diseño y publicidad: Jhonny Mogollán y Luis Alberto de Jesús Vázquez

Asistencia técnica: Alberto Navarrete y Marco Antonio Rodríguez

Jefes de foro: Lic. Agustín Galicia (IEMS) y CP Abel Díaz (UACM)


Adaptación y dirección: Jorge Prado Zavala

Asesora en historia: Dra. Clara Guadalupe García

Padrinos de la Placa: Laura Fabiola Santillán, Jacobo Vázquez y Héctor Rangel




El regreso de Fuenteovejuna
Artículo sociológico de Luis Hernández Navarro
(La Jornada, 14 de abril de 2009.)

Las expresiones de descontento social brotan por todo el país como si fueran burbujas en una olla de agua a punto de hervir. Ciudadanos rabiosos se enfrentan con la policía cada vez con mayor frecuencia. Se hacen justicia por su propia mano, en ocasiones, de manera violenta. El malestar aflora lo mismo en las ciudades que en el campo. Igual lo protagonizan mujeres que hombres; jóvenes y ancianos. Es el regreso de Fuenteovejuna.

En este clásico del teatro de Lope de Vega, escrito en 1612, el pueblo se levanta contra el abuso de poder de la autoridad. La multitud, harta del comportamiento abusivo del comendador, toma por la fuerza la casa de la Encomienda y asesina al funcionario. Su objetivo no es hacerse del gobierno, ni cambiar el sistema, sino reparar los agravios y hacerse justicia. Su fuerza nace de la indignación colectiva. La responsabilidad del ajuste de cuentas es de todos. Cuando, al final de la obra, el juez interroga buscando culpables, los pobladores responden: ¿Quién mató al comendador?/ Fuente Ovejuna, señor,/ ¿Quién es Fuenteovejuna?/ Todos a una, señor.

La lista de pequeñas Fuenteovejunas, surgidas en meses recientes, es enorme. Enumero algunos de los episodios reportados por La Jornada tan sólo durante la semana pasada.

En Ecatepec, estado de México, 100 vecinos de la colonia Altavilla bloquearon la Vía Morelos con llantas incendiadas y se enfrentaron con la Policía Municipal para liberar a una persona que los uniformados se habían llevado. La patrulla en la que viajaban los agentes resultó dañada.

En Querétaro, 20 albañiles realizaron destrozos en las inmediaciones de un fraccionamiento donde laboraron. Fue su venganza. La empresa que los contrató les había ofrecido otorgarles mil 500 pesos semanales, pero sólo les pagó 55 pesos.

En Zimapán, Hidalgo, 100 integrantes del movimiento Todos Somos Zimapán trataron de impedir la entrada de los primeros camiones con residuos tóxicos para ser depositados en la planta de confinamiento de la empresa Bothiñá. Los vehículos fueron protegidos por elementos de la Policía Federal Preventiva que encañonaron a madres de familia. Desde hace tres años se encuentran en resistencia civil.

Pobladores de Santa María La Alta, comunidad enclavada en la sierra Negra, en Puebla, persiguieron con palos y piedras a policías municipales que buscaban rescatar a un presunto ladrón de autos al que habían retenido.

Policías judiciales y estatales reprimieron brutalmente con gases lacrimógenos y toletes a los habitantes de la comunidad, a pesar de que ya habían aceptado negociar la entrega del delincuente.

Detrás de estas manifestaciones de ira no hay partidos ni organizaciones políticas. Ninguna de ellas tiene un trasfondo electoral. No hay líderes reconocidos. Usualmente son espontáneas. Con frecuencia carecen de continuidad. Expresan situaciones en que la abierta expresión de desobediencia ha sido antecedida por la silenciosa e invisible acumulación de rencor social.

El politólogo estadunidense Barrington Moore proporciona una clave muy importante para explicar el surgimiento de situaciones como éstas en su libro La injusticia, bases sociales de la obediencia y la rebelión. Allí se pregunta por qué y en qué condiciones seres humanos con enorme capacidad para soportar sufrimiento de repente se rebelan. Responde diciendo que, agraviados moralmente y convencidos de tener derecho a algo, rompen los lazos de obediencia porque la autoridad ha violado el contrato social (que, explícita o implícitamente, sostiene todo ordenamiento humano).

La regularidad, extensión y profundidad de estas explosiones de descontento muestran el nivel de deterioro de la cadena mando-obediencia en nuestro país. A los que están acostumbrado a mandar ya no los obedecen los que fueron educados para obedecer. Un desgaste perceptible puede observarse también en la enorme cantidad de movimientos sociales que chocan con las autoridades gubernamentales de todos los signos políticos por demandas elementales que no son atendidas por los funcionarios responsables.

Agravio sobre agravio, no es descabellado imaginar un escenario donde en el corto plazo converjan estas expresiones de descontento popular espontáneo con las movilizaciones sociales promovidas por sectores contestatarios organizados.

México vivió una situación parecida en 2006, cuando, teniendo como telón de fondo una polarizada campaña electoral, confluyeron conflictos sociales de una radicalidad inusitada en Lázaro Cárdenas, Oaxaca y Atenco, junto con choques espontáneos de la población con la policía en varios estados de la República.

El coctel es explosivo. La descomposición y el desprestigio de la clase política es cada vez mayor. La severa crisis de seguridad pública ha enterrado la poca credibilidad existente en leyes e instituciones encargadas de proporcionarla. El desempleo, la carestía de la vida y la caída de las remesas hacen que la lucha por la sobrevivencia cotidiana sea cada vez más difícil. En esas circunstancias es sumamente factible que quienes estaban acostumbrados a obedecer dejen de hacerlo. El regreso de Fuenteovejuna no está lejos.


Laboratorio Libertad / Academia de Teatro
Ciudad de México
jpradoz@yahoo.com.mx

No hay comentarios: