domingo, 23 de mayo de 2021

MI VOTO ES POR EL TEATRO JIMÉNEZ RUEDA

Ciudad de México, domingo 16 de mayo de 2021.
Carta abierta al Pueblo de México.
YO VOY A VOTAR POR JULIO JIMÉNEZ RUEDA
Jorge Prado Zavala

México celebrará el próximo 6 de junio de 2021 el proceso electoral -se espera- más grande y complejo de su historia (con más de 94 millones de electores). Se votarán diputados (y algunos senadores) en todo el país, 15 gobernadores estatales, presidentes municipales y comunitarios, ayuntamientos, sindicaturas, regidurías y juntas municipales o concejales (en provincia), y 16 alcaldes en la Ciudad de México. Dado que en este país el voto es libre, y que estamos en tiempos legales de campaña (hasta el 2 de junio), me permito compartir -y recomendar- el nombre de quien anotaré en todas y cada una de las boletas que como elector me corresponderán (en un renglón que siempre se reserva para este tipo de disidencias): YO VOY A VOTAR POR JULIO JIMÉNEZ RUEDA.

Julio Jiménez Rueda nació en la Ciudad de México el 10 de abril de 1896 y aquí mismo murió el 25 de junio de 1960. Fue un abogado, escritor y diplomático mexicano, Doctor en Filosofía y Letras por la UNAM. Incursionó en el drama (Como en la vida, 1918; Miramar, 1932) y la novela (Novelas coloniales, 1946), y luego se dedicó a la crítica, a la historia literaria y a la investigación. Fue nombrado miembro de la Academia Mexicana de la Lengua en 1954. Además, fue director de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y director fundador de la Revista de la Universidad de México. También fue diplomático en Uruguay y Argentina. Fue miembro activo del movimiento cultural de vanguardia Teatro de Ulises, junto a Xavier Villaurrutia, Antonieta Rivas Mercado, Salvador Novo, Isabela Corona, Gilberto Owen y Clementina Otero, entre otros precursores de la experimentación y de la renovación en la educación escénica nacional. La existencia virtuosa de esta persona le mereció que el 22 de noviembre de 1965 se inaugurara un recinto que llevase su nombre: el Teatro Julio Jiménez Rueda, con la representación de la comedia Mudarse por Mejorarse, de Juan Ruiz de Alarcón, bajo la dirección del Maestro José Luis Ibáñez.

Desde aquella fecha y hasta 2017, El Teatro Julio Jiménez Rueda funcionó como un auditorio ubicado en la parte inferior del edificio ubicado en Av. Plaza de la República 154, Col. Tabacalera, CP 06030, Alcaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México, a unos pasos del Monumento a la Revolución. El edificio completo era propiedad del ISSSTE (aunque fue primero de la SEP). El teatro en particular estaba entregado en comodato a la administración del INBAL (antes INBA) desde que fue inaugurado. Este foro de 522 butacas fue sede del Programa de Teatro Escolar, del Festival de México en el Centro Histórico, del Festival Internacional Cervantino, del Encuentro Nacional de los Amantes del Teatro y de varias temporadas de la Compañía Nacional de Teatro. También aquí se han realizado óperas, recitales de danza, conciertos de todo tipo, conferencias y asambleas.

En 2015 las funciones se interrumpieron cuando el edificio del teatro intentó ser vendido. El movimiento social Ni Un Teatro Menos lo impidió al demostrarse la ilegalidad de la enajenación del bien público cultural y mediante la interposición de un amparo. Los eventos culturales se reanudaron. Sin embargo, ante los terremotos de 2017 se volvió a argumentar falsamente un “daño estructural”, por lo cual supuestamente convendría su demolición. Ese mismo 2017 se volvió a demostrar que el único edificio dañado es el colindante (Av. Plaza de la República 140). En abril de 2019, ya bajo la actual administración presidencial, tanto el ISSSTE como el INBAL reconocieron que al segundo (el INBAL) es a quien corresponde la legítima propiedad del recinto. En 2020, ante la contingencia sanitaria del COVID-19, los directores del INBAL y del ISSSTE recularon, ahora con la propuesta de que, al requerirse recursos económicos extraordinarios para enfrentar la pandemia, sería bueno desincorporar, demoler y vender el espacio cultural, saltándose decretos presidenciales, acuerdos, dictámenes y hasta el amparo, pero prometiendo de palabra (desentendiéndose de cualquier compromiso firmado) reponer un foro. Hoy es 16 de mayo de 2021 y no hay avances en la restauración del Teatro Julio Jiménez Rueda, como tampoco noticias sobre ninguna otra actividad o uso del edificio que lo alberga, ni acerca de ninguna catástrofe financiera nacional por enfrentar al COVID-19.

El 20 de junio de 2020, Su Servidor escribió una Carta Abierta a la Presidencia de la República, con mis esperanzas puestas en las garantías del Artículo 8 de nuestra Constitución Política, pidiendo: “NO ES CORRECTA NI LEGÍTIMA LA VENTA DEL INMUEBLE, NI DE SU PREDIO, UBICADOS EN AVENIDA PLAZA DE LA REPÚBLICA 154, POR TRATARSE DE UN BIEN CON ALTO VALOR SOCIAL, PATRIMONIAL, HISTÓRICO Y CULTURAL, ES DECIR, POR TRATARSE DE UN BIEN PÚBLICO INVALUABLE Y, POR LO TANTO, NO SUJETO A CONSIDERACIONES DE SU POSIBLE DESINCORPORACIÓN, NI MUCHO MENOS ENAJENACIÓN”, y rematando con: “Le solicito atentamente buscar por otros medios más propicios los recursos que nuestra Federación necesita para enfrentar los graves compromisos que nos demanda este momento histórico, en particular la contingencia pandémica, sin arriesgar aquello que precisamente garantizará nuestro futuro, como lo son la educación y la cultura, y, en concordancia con esto, recuperar y restaurar el Teatro Julio Jiménez Rueda.” Esa carta fue ampliamente difundida y comentada por varios gentiles medios comunicativos, así como por creadores, académicos y ciudadanos en general. No omito agregar que la única réplica esperada, la del Presidente de México (o cualquier representante suyo oficial) jamás llegó.

Yo no milito en ningún partido político. Actúo y me expreso según mi sentir y mis convicciones. Los últimos años admito que he votado por la denominada “izquierda” mexicana, pero ello no me impide ser crítico, más bien me obliga a serlo. El concepto “crítico” no solamente significa señalar las carencias, el vicio, el error, sino sobre todo significa insistir en el diálogo, en las ideas, en las soluciones. Tengo la idea de que, si un creador como Julio Jiménez Rueda es capaz de seguir “inspirando”, entonces no está tan muerto y merece, por lo tanto, ser convocado (al menos en su espíritu, habitante del teatro que lleva su nombre), para llamar la atención, y a la acción constructiva, de quienes hoy están tomando las decisiones importantes referentes a la cultura y a la educación de mi país. En otras palabras, si aquellos por quienes voté no son capaces de responderme con una agenda concreta, amplia, legal y transparente en torno al Teatro Julio Jiménez Rueda y todo aquello cuanto directa e indirectamente ese recinto significa, entonces yo, y todos aquellos electores que de manera libre, consciente y crítica lo consideren, se los demandaremos.

Atentamente,
JORGE PRADO ZAVALA
Actor, director, docente e investigador teatral. Dr. en Humanidades (Literatura) por la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (Medalla al Mérito Universitario 2012. Céd. Prof. 7937534.) Docente-Tutor-Investigador nivel “C” de tiempo completo de Lengua, literatura y Artes escénicas del Instituto de Educación Media Superior de la CDMX (IEMS), donde coordina el Equipo Interdisciplinario de Investigaciones Escénicas (EIIE). Miembro de la Asociación Mexicana de Investigación Teatral (AMIT), donde coordina el Seminario de Actoralidades de la Escena Contemporánea. Director artístico del Laboratorio de Teatro Libertad. Registro ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0169-7255 Webpage: https://jorgepradozavala.academia.edu/ CORREO ELECTRÓNICO: jpradoz@yahoo.com.mx

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