Una
verdadera Reforma Educativa Mexicana en el nivel medio superior inició
en 1998 cuando vecinos de la Antigua Cárcel de Mujeres de Santa Martha
Acatitla impidieron su reapertura como prisión de alta seguridad y
consiguieron, en cambio, su transformación en una escuela de vanguardia.
"¡Prepa Sí, Cárcel No!" fue el lema de una investigación social y
educativa profunda, llevada a cabo entre ciudadanos
y académicos, para generar un sistema de bachillerato que colocara al
estudiante como el protagonista de su aprendizaje: el Instituto de Educación Media Superior del DF (IEMS). Se institucionalizó
primero que nada la tutoría, como el seguimiento, acompañamiento y
asesoría personalizada. Se formalizaron grupos pequeños para facilitar
esa atención, se dieron cubículos a los profesores y se les exigió
presencia de tiempo completo, que todos estuvieran titulados y que
comprobaran al menos dos años de experiencia previa docente. Se instauró
la evaluación cualitativa que permitiera entender a detalle lo que el
estudiante estaba aprendiendo y lo que le faltaba dominar. Se estableció
finalmente que el proceso de certificación culminara con una tesina de
tema libre, pero con estándares de investigación documental adelantados
al nivel universitario.
El intento de despido de las bibliotecarias profesionales Guadalupe Fuentes y Minerva Hernández, y la intentona de su suplencia por personas no calificadas, así como otras maniobras para disolver las características originales de la planta laboral nos hicieron ver pronto que la mal llamada Reforma Educativa de esta década es en realidad la continuación de las reformas estructurales del actual Gobierno Federal para desresponsabilizarse de las obligaciones del Estado de procurar el bienestar social, la salud y la educación gratuita y de alta calidad para todos los ciudadanos.
En otras palabras, defender a Lupita y a Minerva significó defender todo el modelo educativo del IEMS y rescatar los valores que le dieron origen desde la misma Preparatoria Iztapalapa 1: la solidaridad, la participación ciudadana, la equidad, la justicia social, la cultura para todos.
Gracias, Lupita y Minerva, por ser el corazón de esta lucha de todos, una lucha que, por cierto, apenas comienza, para salvar la cultura y la educación integral de este país.
El día de hoy los estudiantes de educación media superior están ya tomando conciencia de que son ellos quienes asumirán en sus manos el futuro inmediato de México. Apoyarlos en la defensa de la calidad de su formación crítica, científica y humanista es prioritario para que no sean tratados como mera mano de obra (además barata).
Defendamos todos las preparatorias del IEMS, las Vocacionales, los CECYTs, CETis, etc; a las universidades públicas IPN, UAM, UNAM, UACM; a las casas y centros de cultura, los centros de artes y oficios; a las leyes y reglamentos educativos y culturales.
Este 26 de septiembre de 2014 se demostró que las utopías son posibles.
FELICIDADES A TODOS.
Laboratorio Libertad / Academia de Teatro Ciudad de México